
El primer gobierno constitucional de nuestra provincia debió concentrarse en completar la organización de la misma. En primer lugar, hubo que establecer los poderes del estado. El Poder Legislativo quedó conformado el mismo día 4 de junio de 1953.
Con la sanción de la ley N°14.037, en 1951, concluye el período del Territorio Nacional del Chaco y comienza el Provincial, el cual se inicia con una
conflictiva etapa de organización.
En todo este proceso, cumplió un papel preponderante la activa gestión de la
C.G.T. local que, desde fines de la década del 40, peticionó ante las autoridades nacionales por la autonomía, al mismo tiempo que procuraba despertar el interés de la opinión pública chaqueña.
Estuvo respaldada en sus reclamos por el notable desarrollo económico y
demográfico del territorio, así como por el decisivo apoyo que llegarla a brindarle Eva Perón.
Fue ella quien, en su carácter de Presidenta del Partido Peronista Femenino, elevó una nota al Senado de la Nación, el 21 de junio de 1951, en la cual solicitaba la provincialización del Chaco y de La Pampa, ya que ambos territorios contaban con “…ante todo, recursos propios, como para constituir una unidad económica autónoma; y además, población como para trabajar sus tierras y explotar sus riquezas, y cultura cívica. . . .
Días más tarde, el senador Alberto Teisaire presentaba un proyecto que respondía a esta solicitud. Finalmente, el 21 de julio se sancionó la ley N° 14.037, de Provincialización de los Territorios Nacionales del Chaco y La Pampa, la cual fiie promulgada el 8 de agosto.
El Chaco entraba así en un momento de transición: ya no era un territorio,
pero aún no se hallaba organizado como provincia. Su gobernador en ese momento, Nicolás Russo, asumió como comisionado federal. El 6 de marzo de 1953 fue reemplazado por Juan Carlos Brusco, quien entregaría el poder a las primeras autoridades constitucionales.
La elección de los convencionales constituyentes de la nueva provincia se
hizo coincidir con las elecciones presidenciales, el 11 de noviembre de 1951. En ellas se impuso la fórmula Perón-Quijano, que en el Chaco obtuvo un porcentaje superior al 80% de los votos y otro tanto ocurrió con los candidatos a convencionales provinciales.
Al imponerse los candidatos peronistas en las quince circunscripciones
electorales en que fue dividida la provincia, sólo ellos obtuvieron representación. De esta manera, la Convención Constituyente se conformó con siete convencionales provenientes del sector político del partido y ocho del sector gremial, el cual mantenía así su papel protagónico.
La Constitución provincial fue sancionada el 21 de diciembre de 1951, tras cinco días de sesiones, en los cuales se aprobó, sin debates, un proyecto que los convencionales sostenían haber elaborado en conjunto, pero en el cual probablemente tuvo un papel preponderante el Ministro de Asuntos Políticos, Román Stibiza.
La Constitución de 1951 fue totalmente rechazada por radicales y socialistas, quienes la acusaron de corporativista, fascista y, en consecuencia, anticonstitucional. De allí que estos partidos decidieran abstenerse de participar en las elecciones de autoridades provinciales.
Se impuso la fórmula Felipe Gallardo – Deolindo Felipe Bittel, quienes
asumieron el 4 de junio de 1953. Con el inicio de la gestión del primer gobierno constitucional, parecía concluir el proceso de provincialización.