Mburucuyá despidió otro exitoso Festival del Chamamé Tradicional

Las emociones volvieron a colmar el tradicional escenario que en la jornada despidió la 54° edición del Festival del Autentico Chamamé Tradicional con un balance muy positivo para los organizadores. "Estamos muy contentos porque disfrutamos una edición maravillosa, fue un éxito y la gente nos hizo saber su satisfacción", comentó a época Pablo Guastavino, intendente de Mburucuyá. Unas 12 mil personas pasaron en la noche de este domingo por el predio del anfiteatro Eustaquio Miño.

En cada rincón de la localidad, el chamamé fue anfitrión y durante toda la jornada de ayer se multiplicaron los espacios de encuentro en los que la música y la amistad fue la liturgia elegida. Asado de por medio, los hogares y clubes recibieron a artistas y visitantes que disfrutaron de un cálido recibimiento.

Estacas a la brasa y más de 150 kilos de carne sirvieron para compartir el recuerdo de Juan Carlos Jensen, que como cada año, el ritual de la enchamigada permanece viva en su casa.

”Esto es lo que más quería Juan Carlitos, chamamé y amigos compartiendo en su casa”, explicó a época Marcelo Fernández, amigo de la familia. Allí rodaron los conjuntos, algunos de ellos jóvenes y emergentes que aprovechan este escenario para mostrar su arte, como Sangre Pura, músicos de Mercedes de entre 14 y 16 años de edad.

También se fueron juntando músicos de distintas formaciones, pero que acá se sirve para compartir y probar otras canciones. “Es parte del compartir, de disfrutar y sentir el festival de otra manera, con amigos y tocando lo que el público pide”, comentó Sergio Cabrera, músico mburucuyano que compartió en su guitarra varios acordes con el acordeonista Pablo Bentos.

La segunda noche mburucuyana convocó a cerca de diez mil personas al predio lindante con Laguna Limpia, donde el sábado actuaron más de 20 números artísticos. Uno de los más esperados de la noche fue Juancito Güenaga, que se presentó con su conjunto.

El curuzucuateño soltó su arsenal de temas como “Monte Florido”, “Sollozo de un acordeón”, “Guayquiraró orilla”, entre tantos otros que hicieron colmar de parejas por doquier al ritmo de sus melodías. “Nos sentimos cómodos, disfrutamos venir acá porque es nuestro estilo el que disfrutan: el tradicional. Y este festival es muy importante para seguir manteniendo vivo este estilo de chamamé”, expresó el músico. Todo fue una fiesta.

En tanto, ayer, al cierre de esta edición, un predio colmado de público hacía latir el corazón chamamecero del anfiteatro para despedir otra edición exitosa del festival mburucuyano.

El anfiteatro Eustaquio Miño, ubicado a la vera de la Laguna Limpia, también recibió la visita de dirigentes políticos, como el intendente, Eduardo Tassano, el sábado y el domingo estuvo el gobernador, Gustavo Valdés y ministros del Poder Ejecutivo provincial, que se sumaron a los festejos.

VIAdiarioepoca.com
Compartir