
Con las tradicionales cintas de color rojo, promesas o agradecimientos por algún favor recibido, una multitud de 300 mil fieles visitó este domingo el santuario del Gauchito Gil en la localidad correntina de Mercedes, ubicada a 250 kilómetros al sur de la capital provincial, al cumplirse hoy el 145 aniversario del fallecimiento del santo popular.
Como cada 8 de enero, miles de personas se acercaron desde distintos puntos del país para mostrar su afecto y agradecimiento en una procesión hacia el santuario del patrono ubicado en la Ruta Nacional N°123, lo que conllevó un importante operativo de control por parte de la intendencia local y una saturación de las plazas hoteleras locales.
“Estipulamos que unas 300 mil personas o más vinieron de todas partes del país para saludar al Gauchito Gil. Muchísima gente participó de la misa y luego de procesión. La gente vino a caballo, en bicicleta o pie para mostrar su amor”, dijo a Télam Diego Caram, intendente de Mercedes.
Este domingo por la mañana se realizó una misa a las 10 en la Iglesia La Merced oficiada por el obispo Adolfo Canecín y luego se inició la procesión que llevó una cruz hasta el cementerio donde está enterrado el patrono.
“El Gauchito Gil significa muchas cosas, tiene una semejanza con Jesús, porque fue una persona que tuvo ideales y que no hizo nada para enfrentarse a nadie, no claudicó en la búsqueda de la paz. Fue un tipo que prometió ayudar al prójimo y lo viene haciendo desde hace mucho tiempo”, aseguró Caram.
“En este lugar tienen mucha importancia los muertos y este te cumple las promesas”, agregó el intendente.
La veneración al santo pagano, Antonio Plutarco Cruz Mamerto Gil Núñez, llamado
popularmente Gaucho o Gauchito Gil, nació a partir de su muerte en 1878 luego de
adjudicársele el milagro de salvarle la vida al hijo de su verdugo, según cuenta la historia sobre el gaucho milagroso.
Según cuenta la leyenda, el gaucho correntino se dedicaba a robar a los ricos para ayudar a los pobres.
Sobre su vida, se cuenta que se alistó para pelear en la Guerra de la Triple Alianza
(1864-1870) y tras regresar fue reclutado por el Partido Autonomista para pelear en la guerra civil correntina contra el opositor Partido Liberal, pero él desertó.
Dado que la deserción era delito, fue capturado, colgado de su pie en un árbol de espinillo, y degollado. Antes de ser ejecutado, Gil le dijo a su verdugo que debería rezar en nombre de Gil por la vida de su hijo, quien estaba muy enfermo. Al regresar a su hogar, el verdugo encontró a su hijo casi agonizando, desesperado, le rezó a Gil y su hijo sanó milagrosamente.
En el lugar donde fue asesinado a nueve kilómetros de Mercedes, se construyó un santuario, donde se acercan para venerarlo.
Para recordarlo, cada 8 de enero, y los días anteriores y siguientes, miles de personas viajan cientos o miles de kilómetros desde todas partes de Argentina para agradecer algún favor recibido o realizar alguna promesa que le hayan hecho al santo milagroso.
El color rojo, que identifica al Gauchito Gil, predomina en las decoraciones de la ciudad y del santuario. Todos los fieles llevan cintas rojas en sus brazos, remeras con la cara del santo, banderas, velas y cruces en esta fiesta popular.
Este año muchos peregrinos se acercaron a cumplir la promesa de visitar el santuario por la obtención de la Copa del Mundo en Qatar por parte de la Selección Argentina, algo que se vio reflejado en cientos de fotos que los usuarios subieron a las redes sociales.
Por la llegada de los cientos de miles de peregrinos, Mercedes y las localidades aledañas tuvieron colmadas sus plazas hoteleras, e incluso hubo familias que en sus casas recibieron a fieles.