
Con la idea de hacer una pesca ordenada y sin ruidos el guía ubicó estratégicamente la lancha para poder pescar desde allí y recorrer caminando el lugar sin hacer ruido. Fueron varios los piques obtenidos hasta que uno marcó la diferencia: 103 centímetros de largo por 72 de circunferencia.
La corrida se hacia interminable hasta que se pudo dominar y fotografiar para alegría de todos. No fue el único, salieron varios más y, alardeando su característica suerte, Nico capturó entre todos los dorados un lindo pacú.
La pesca se realizó exclusivamente con señuelos artificiales. Para los dorados fueron infalibles los del tipo slider, como el Rapala Glidding, el Gozio Arrow, el Raptor Slider y todos los de su especie. Sin dudas el dorado pescado por Natalio quedará grabado para siempre tanto en su alma como en la retina de sus compañeros.