
Mencionó que a través del programa Mirame, tal como fue en Navidad, este Año Nuevo compartirán una cena solidaria. “Y, en este compartir, abrazarnos desde esta distancia prudente en el marco de los cuidados que debemos tener”. “De idéntica manera, a través de los equipos territoriales, ha hecho una identificación operativa de personas que se encuentran en trabajo informal y hacemos, al igual que en Navidad, un recorrido por las calles de la ciudad. Y, en algunos puntos centrales, también en Barranqueras y Fontana, hacemos entrega de viandas de alimentos a las personas que así lo requieran dado la situación vulnerabilidad”.
En el caso de los espacios convencionales alternativos (ECA), cada uno celebra dentro de su dispositivo, “pero con toda la alegría y el compartir de operadoras del sistema de protección en esta cena con niñas, niños y adolescentes en cuidados parentales”.
A modo de balance, recordó que durante los meses de enero y febrero de 2020 realizaron un primer abordaje territorial, “en términos de identificación y primer acercamiento”. “La pandemia hizo que se aceleren los tiempos y las etapas procesuales que tiene un programa de intervención psicosocial como es el Mirame, que no consiste simplemente en ir y reconocer y “levantar”, si se me permite el término a personas en situación de calle porque no es el sentido”. “El sentido es trabajar desde un enfoque de derecho. Esto significa lograr el consenso y la persuasión de aquella persona que se encuentre en situación de calle, a los fines de que pueda ser alojado en alguno de nuestros dispositivos de protección. En tanto y en cuanto se pueda trabajar desde el equipo técnico estos procesos de revinculación, tanto familiar como comunitaria”, explicó.