
Las ventas de los supermercados sufrieron en octubre su tercera caída consecutiva en términos reales, al retroceder un 2,2% en comparación con el mismo mes de 2019. Por el contrario, la facturación de los autoservicios mayoristas creció un 4% interanual.
Según lo informado este lunes por el INDEC, los supermercados registraron en el décimo mes del año una facturación de $89.308 millones, lo cual implicó un incremento del 34,5% a precios corrientes, una cifra que se ubicó por debajo de los aumentos de precios de acuerdo con la medición a precios constantes de diciembre de 2016.
En cuanto a la modalidad de compra por parte de los consumidores, se mantuvo la tendencia acentuada con la llegada de la pandemia ya que las operaciones vía canales online aumentaron casi un 290% mientras que las realizadas de manera presencial arrojaron una contracción a precios constantes.
Respecto de los medios de pago, siguió ganando terreno el uso de las tarjetas de crédito, que concentró el 37,4% de las ventas, en detrimento del efectivo y de las tarjetas de débito.
En la segmentación por tipo de artículo, se destacaron incrementos reales en las ventas de productos electrónicos y artículos para el hogar, y de frutas y verduras, que representaron, entre ambas, casi el 13% del consumo total. Por el contrario, las principales contracciones se verificaron en los rubros alimentos preparados y rotisería, panadería, y artículos de limpieza y perfumería.