
Según los datos registrados, el hogar de las mujeres continúa siendo el lugar más inseguro, ya que el 64,5% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima. Este dato cobra mayor relevancia en el contexto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, dado que las víctimas se encuentran más expuestas al estar aisladas con su agresor. Muestra de ello es que desde el inicio del ASPO el 20 de marzo al 20 de noviembre ocurrieron 184 femicidios, y un 73,7% de los casos se dieron dentro de una vivienda, mientras que los femicidios en la vía pública se han reducido respecto del mismo periodo del año 2019. “Esta disminución no responde a que no nos violentan en la calle, sino a que uno de los escenarios de violencia machista estuvo restringido durante la pandemia”, sostuvieron.
Al mismo tiempo, observaron que los “femicidas pertenecen al círculo cercano de las víctimas, ya que los indicadores nos muestran que entre parejas, exparejas, familiares y conocidos (como por ejemplo vecinos) el 80% de las víctimas conocían a sus agresores, la mayoría de ellos de su círculo íntimo”.
En el periodo de ASPO/DISPO también advirtieron que, “según nuestros registros, cada 18 días es asesinada una niña menor de 15 años y también una adulta mayor de 60 años, lo que confirma que la violencia machista es un problema estructural que nos atraviesa al conjunto de las mujeres de manera intergeneracional, e independientemente de nuestras diversidades. Todas estamos en peligro. Y TODO FEMICIDIO ES POLÍTICO, es un disciplinamiento que mujeres y diversidades sufrimos producto de la desigualdad estructural de nuestra sociedad y las relaciones de poder que siempre configuran en un rol de superioridad a los hombres y de inferioridad a mujeres y personas LGBTIQ+. Es nuestro compromiso romper con esa estructura patriarcal para vivir más libres, para salvar nuestras vidas”.
También continuaron destacando que “1 de cada 5 mujeres asesinadas habían hecho la denuncia por violencia de género contra su agresor, o ya contaba con medidas judiciales de protección que no fueron suficientes para salvar su vida. Estas cifras dan cuenta de la ineficacia del sistema judicial frente los casos de violencia de género. Se trata de mujeres que luego de un proceso complejo del reconocimiento de la situación de violencia en la que viven, han decidido pedir ayuda y protección a la justicia, y aún así han sido asesinadas. Esto no sólo es lamentable para nuestras compañeras que perdieron su vida, y sus seres queridos, sino que obstaculiza todo el esfuerzo que desde el mismo Estado y desde las organizaciones de la sociedad civil hacemos para informar a la sociedad los distintos canales para el acceso a la justicia”.
“Exigimos poder vivir una vida libre de violencias, la eliminación de todo tipo de desigualdades y que nuestra vida ya no corra peligro por el sólo hecho de ser mujeres”, concluyeron.
Algunos datos destacados
265 femicidios fueron cometidos entre el 1 de enero al 20 de noviembre de 2020
1 femicidio cada 29 horas en 2020
184 femicidios durante los períodos de ASPO y DISPO entre el 20 de marzo y el 20 de noviembre.
El 63,8% de los femicidios fueron cometidos por las parejas o ex parejas de las víctimas
El 64,5% de los femicidios ocurrió en la vivienda de la víctima
Una niña menor de 15 años y una adulta mayor es asesinada cada 18 días
61 víctimas habían realizado una denuncia o tenían medidas judiciales de protección
Al menos 230 niñes perdieron a sus madres como consecuencia de la violencia machista en 2020