
Aseguró que, “lo que estamos viendo, es una escalada nuevamente de casos y, por supuesto, en un porcentaje que se puede agravar y van ocupando, por ejemplo, los lugares intermedios de internación, cada vez más llenos. La cantidad de camas se van ocupando cada vez más”, advirtió y reconoció que, “lo que realmente es un baldazo de agua fría en la cara es, por ejemplo, lo que ha pasado a 20 metros de la Casa de Gobierno, en la Casa de las Culturas, donde hacen una fiesta”.
“Para mí, es un desafío a cualquier cuestión comunitaria, al Poder Ejecutivo, un desafío y un qué me importa a los médicos que se están rompiendo el alma en el hospital, a los policías que están en la calle. Para mí, es la muestra de la incomprensión de una sociedad que siempre tiende a echarle la culpa al otro. Me pregunto, de estas 20 personas que hoy libremente estarán caminando o en auto por la ciudad, cuál es la razón para atentar contra la mayoría cuando la minoría es la que está provocando esta situación. Yo no lo puedo entender”.
“¿Vamos a seguir pasivamente mirando a estos señores? Han ido despreciando al conjunto de los chaqueños que tomamos la decisión de convivir con el virus tratando de trabajar como el que abre una tienda, un kiosco y que, ahora, por esta minoría, uno valora cuál es la mejor estrategia, si cerrar todo, si se castiga a los comerciantes”, advirtió.
Reafirmó que “el derecho a la salud está por encima de todo”. “La minoría es la que no está acompañando en el Chaco para que la mayoría pueda trabajar, subsistir y convivir con el virus. Hay un grupo de gente que ha decidido que no le importa”, aseguró y pidió a los responsables y partícipes de fiestas, “que ayuden a la población”.