
“Argentina dio un paso histórico para la lucha contra la crisis climática y la reducción de los conflictos socio-ambientales. El tratado es una herramienta para promover el acceso a la información sobre proyectos que contaminan o que potencian el cambio climático y para procurar poner fin a los frecuentes ataques contra personas defensoras del medio ambiente en nuestra región”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
De este modo, nuestro país se convirtió en el 10° de la región en concretar su ratificación. Para que finalmente entre en vigor, se necesita alcanzar el aval de al menos 1 país más (11 en total).
Argentina ha tenido un rol protagónico en el proceso de negociación previo a la adopción del tratado y debe mantener el compromiso de promover a aquellos países que aún no lo han hecho a ratificarlo cuanto antes.
“Argentina dio un paso histórico para la lucha contra la crisis climática y la reducción de los conflictos socio-ambientales. El tratado es una herramienta para promover el acceso a la información sobre proyectos que contaminan o que potencian el cambio climático y para procurar poner fin a los frecuentes ataques contra personas defensoras del medio ambiente en nuestra región”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
De este modo, nuestro país se convirtió en el 10° de la región en concretar su ratificación. Para que finalmente entre en vigor, se necesita alcanzar el aval de al menos 1 país más (11 en total).
Argentina ha tenido un rol protagónico en el proceso de negociación previo a la adopción del tratado y debe mantener el compromiso de promover a aquellos países que aún no lo han hecho a ratificarlo cuanto antes.