
Rosalía Alvarado, víctima de abuso cuando tenía 6, y las integrantes de la agrupación Al Fin Justicia, Marina Frencia y Victoria Duet (hermana de Belén, víctima cuando tenía 3), encabezaron este viernes una conferencia de prensa acompañadas de referentes de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y colectivos de mujeres, en la que reiteraron el pedido de celeridad a la justicia chaqueña y al resto de los poderes un compromiso en la generación de políticas públicas para la prevención del Abuso Sexual en la Infancia y la reparación de las víctimas del delito.
En el caso de Alvarado, comparte una causa con Belén Duet por la denuncia que hicieron hace tres años y que investiga los hechos perpetrados cuando la primera tenía 6 y la segunda 3, por el ahora fallecido y exdiputado justicialista Daniel Pacce y su esposa Noemí Alvarado sobre quien pesa, hasta el momento, solo el juzgamiento social.
“Empezamos hace unos años a visibilizar la causa y logramos que la justicia nos permita denunciar lo que había pasado cuando eran niñas mi hermana y Rosalía. Y una parte del reclamo que tenemos es ese. Necesitamos que la justicia responda, que esté a la altura de las circunstancias y que se capaciten”, Victoria, hermana de Belén y miembro de Al Fin Justicia que es la organización que milita por la aplicación de la ley 27.206.
Explicó que desde la sanción en 2015, “de respeto a los tiempos de las víctimas”, iniciaron un proceso de lucha junto a otras organizaciones. Que a partir del fallo “ejemplar” que se dio esta semana en el Chaco, una condena de 17 años de prisión para el abusador de su hijastra cuando tenía entre 6 y 9 años, y cuya denuncia realizó a la edad de 32; “deje de ser la excepción en Poder Judicial, que sea la regla”.
Aseguró que en el Chaco hay varias causas que se enmarcan en la ley 27.206 y observó: “Es hora que se avance, que dejen de dilatarse los tiempos, que se tomen en cuenta las características que tiene este delito que es muy complejo y que en más del 80% es intrafamiliar”, precisó.
Señalaron a un sector del Poder Judicial “muy permeable a las presiones políticas, al modo que hacen ciertas estructuras de abogados, psicólogos y nosotros queremos que el eje se centre en este dolor de las víctimas que con mucho esfuerzo han podido poner en palabras lo padecido en su infancia”.
Rosalía Alvarado contó que en la causa fue recusado el fiscal que la llevaba adelante. “En un primer momento, el juez de Garantías (Nº2 Héctor) Sandoval rechazó esta recusación pero los abogados de la denunciada apelaron esa resolución así que ahora estamos a la espera de eso. esto puede llevar mucho tiempo. Creemos que son todas cuestiones dilatorias y necesitamos que la justicia acelere los tiempos y se avance y se resuelva rápidamente quién va a ser el fiscal porque necesitamos justicia, hace más de tres años que la estamos reclamando”, afirmó.
“Las únicas que fuimos investigadas, periciadas y todo el tiempo convocadas somos nosotras y nuestros testigos. Una de las personas denunciadas falleció sin siquiera ser citada ni notificada de una denuncia en su contra. Y la otra persona nunca acudió a sede judicial como hicimos nosotros varias veces”, afirmó.
Agradeció el “abrazo contenedor” de mucha gente a lo largo de este proceso de lucha en búsqueda de justicia. “Sobre todo cuando me encontré con Victoria y asumo que me había pasado lo mismo y hablábamos el mismo idioma se me abrió el mundo y se me alivió la vida. Y si un poquito de eso le podemos dar a cada persona que nos escuche y que pasó por esto, sabemos que a esa persona le va a ayudar y a nosotros más”.
En cuanto al rol del Estado, sostuvieron: “Que se ponga a trabajar, que haga lo que tiene que hacer, que trabaje en prevención, que trate con seriedad este tema, se capacite. Este no es un delito cualquiera, tiene características particulares, es un delito de silencio, ocultamientos, y os niños lo padecen sin saber. Saben que es horroroso pero no saben ponerle nombre. Que el Estado aplique en todas las escuelas, desde el Jardín de Infantes, la Educación Sexual Integral para poder prevenir y que tenga políticas con presupuesto para todos los organismos que trabajan esta temática y atienden a las víctimas”.
Finalmente, a las víctimas, “decirles que hablar y sacarse el horror de encima es el primer paso para empezar a sanar. Cuando hablen no van a estar solas mi solos. Estamos trabajando para eso, queremos sanar como sociedad”.