
“Estamos trabajando una agenda respecto a la salud de la economía popular, que abarca desde fábricas recuperadas, ladrilleros, cuidacoches, carreros, muñequería, tejeduría, talabarteros o distintos oficios, que hoy ven afectadas sus producciones por la catástrofe hídrica, la caída abrupta de la industria construcción o por el contexto económico – social”, dijo.
El intendente mencionó que “hay un problema serio en las familias que trabajan en estos rubros que hace que no pueden comer todos los días, precisamente porque no tienen actividad”.
Capitanich detalló que entre un 35 y 40% de la población económicamente activa en la provincia, trabaja en la economía popular, lo que significa que no menos de 160 mil personas que están alcanzadas en diversas formas.
“Si bien existen emprendimientos múltiples y asociados con estrategias de crecimiento, hay políticas dispersas por lo que hay que tener primero una organización del Estado, con jerarquía institucional, que permita garantizar políticas públicas de financiamiento, desarrollo, acompañamiento, capacitación e inserción”, aseveró.