
En medio de una fuerte puja entre un sector que acompaña la candidatura del presidente Mauricio Macri y otro más reactivo que pide más lugares en la estructura de poder e incluso que se presente a competir en internas un candidato radical, la UCR realiza su cumbre partidaria en la que pese a las diferencia se descarta que será ratificada la pertenencia a la alianza Cambiemos.
“Que se rompa pero que no se doble”, repetían antes de ingresar al cónclave los militantes que apuestan por la tercera postura al interior del partido, esto es, aquellos que intentarán hoy salir de la alianza Cambiemos. El encuentro se lleva a cabo en el predio de Parque Norte, lugar en donde 314 convencionales nacionales debaten la postura que adoptará la UCR respecto de su pertenencia a la coalición Cambiemos.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del propio presidente de la UCR, Jorge Sappia, luego de que su presencia fuera puesta en duda por motivos de un viaje. El radical dio comienzo a la ceremonia con el himno nacional y el del partido, luego de lo cual tuvo lugar un homenaje a los referentes que fallecieron en los últimos dos años, con especiales palabras al diputado Héctor Olivares.
La jornada sin embargo comenzó mucho antes del arranque de la Convención, cuando los convencionales arribaron al predio y fueron recibidos por los militantes, quienes profirieron críticas a aquellos políticos que apuestan por una candidatura de Mauricio Macri a la presidencia. “Traidores”, fueron los gritos que dirigieron a Mario Negri y Ángel Rozas.
Consultado al respecto antes de ingresar a la Convención, el senador Rozas, afirmó que el documento final va “a ratificar pertenencia a Cambiemos” pero “tenemos la posibilidad de ampliarlo pero con ciertas condiciones”. “Por ejemplo hacer un acuerdo programático, económico, político y social”, agregó.
“Hay muchas cosas que modificar en Cambiemos (…) Hay que consolidar Cambiemos; no debe estar atado a ninguna candidatura en particular, ni coyuntural, y tiene que trascender los nombres propios”, dijo en ese sentido el dirigente José Cano.
Asimismo, el exvicepresidente y actual senador por Mendoza, Julio Cobos, señaló: “Esta vez tenemos la oportunidad de firmar no un contrato de adhesión, sino de paridad”. “Cada partido debe proponer su candidato a presidente, debe haber libertad para ir a primarias”, exigió.
Si bien hay diferencias, los tres grupos en los que se divide hoy el radicalismo comparten sus críticas a la gestión de Mauricio Macri, aunque su postura sobre cuál debe ser la salida electoral, difiere. El sector más crítico es sin dudas el encabezado por Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Jorge Sappia (presidente de la Convención), que impulsa la salida de la UCR del bloque Cambiemos y reagrupar filas en un nuevo frente liderado por Roberto Lavagna.
Otra facción del radicalismo es la que lidera el gobernador Alfredo Cornejo, quien movió el avispero hace una semana al poner en duda la candidatura de Mauricio Macri a la presidencia. De este grupo surgió el borrador de ocho páginas con críticas a la política económica del Gobierno, que ratifica sin embargo una política de alianzas.
Un tercer sector impulsa una nueva propuesta para la Convención Nacional, que consiste en ratificar su pertenencia a Cambiemos y propiciar la “incorporación de otros partidos” con la mira puesta en el balotaje, a través de negociaciones a cargo de los gobernadores radicales. Esta facción también difundió un documento en el que plantea una postura más moderada que la del sector que encabeza Cornejo, de crear “una nueva coalición” que incluya a otros partidos -sobre todo peronistas- y forzar la definición de candidaturas a través de las primarias (PASO).