
“Como agrupación política peronista, debemos asumir que este fracaso es una deuda inadmisible de la democracia”, comienza señalando el pronunciamiento. Remarcando que, “la contracara de la misma moneda (inundaciones) son las épocas de sequía con parecidas consecuencias en pérdidas materiales y humanas”.
“No es válida la excusa de la falta de recursos del Estado. La única explicación es la desidia del mismo que dejó el desarrollo en manos del ordenador del mercado, que siempre es la mano del más fuerte para beneficio propio y de pocos. Así, nos encotramos hoy con que el cauce superior del río Bermejo está siendo regulado por mas de una presa de construcción privada, reteniendo su caudal para ser usado en el riego particular de esas empresas dedicadas a la agricultura intensiva, secando el rio en las bajantes o para derivarlo a cualquier parte protegiéndose de la inundación en las crecidas”, denuncia el FAP.
Recordando ya que, más doscientos años atrás, el general Manuel Belgrano en su primera expedición con el Ejército del Norte ya pensó en su canalización y en 1981 se crea la COREBE (Comisión Regional del Bermejo).
De espaldas al río Bermejo
“En el inicio de la democracia se profundiza esta intención y a instancia de esta entidad se crea una Comisión Binacional integrada por Argentina y Bolivia que – en mayo del 2000 – elabora un plan estratégico de acción para la regulación de la Cuenca Binacional del río Bermejo. En ese marco se desarrolla la idea de una gran represa a la altura de su nacimiento que permita decantar sus sedimentos y largarlo desde allí con un caudal limpio y regulado durante todo el año”, detalla.
“Pero nada de esto se hizo, con el agravante que hoy el gobierno de Salta está pidiendo autorización en la COREBE para la costrucción de una gran presa, que les permita la ejecución de un proyecto hidroeléctrico en el Departamento de Orán en el paraje denominado Zanja del Tigre, en el ingreso del río a territorio argentino en esa provincia”, revela el escrito que plantea un claro objetivo de políticas públicas que defiendan el interés chaqueño.
“Este desorden del manejo del recurso tan valioso como el agua, es responsabilidad exclusiva del Estado”.
“Ya en 1984 en la vuelta a la democracia y durante el gobierno del Dr. Florencio Tenev, y estando el ing. Pedro Favarón en la presidencia del IPACH (actual APA), se ordenó un estudio de suelo y de un mapa de cotas de todo el territorio provincial, que lo realizó la empresa estatal Agua y Energía.
El objetivo de aquel estudio era la recuperación ordenada de canales y embalses de los mismos cauces y paleocauces naturales que ya tiene o tenía nuestro territorio provincial, y que muchos de ellos fueron obstruidos por el hombre cuando construyó los terraplenes que soportan las Rutas Nacionales que atraviesan nuestra provincia de norte a sur y que actúan como un dique de contención del escurrimiento por la pendiente natural de la provincia que corre de noroeste a sureste”.
Sin Plan Director, ‘no hay salida del desquicio’
El documento del Frente de Agrupaciones Peronistas, finalmente, insiste y plantea la concreción en el Chaco – con objetivos claros y estudios adecuados – de un Plan Director Estratégico Integral del Manejo Hídrico y Ambiental.
“Ése programa provincial, básicamente supone canales de escurrimiento para cuando el agua sobre y reservorios para cuando falte. Pero además, el mismo debe llevar – como requisito inexcusable – un Plan de preservación del Medio Ambiente con definiciones claras de áreas protegidas para el monte nativo y el desarrollo de la agricultura familiar, sin agrotóxicos. Con obligación sin excepciones de reforestación al que se le permita el desmonte y un programa riguroso que regule el uso de agrotóxicos.
Sin este Plan Estratégico, seguiremos con el irracional y costosísimo desmanejo que significan las enormes pérdidas en bienes y vidas que provocan, tanto las inundaciones como las sequías, en la que los que más afectados son los débiles. Como el caso que vimos en estos días en la zona de Avia Terai, donde decenas de pequeños productores perdieron toda su cosecha por el agua derivada en canales clandestinos construídos por grandes productores.
Sin este Plan Estratégico, seguiremos perdiendo la hoy invalorable fuente de recursos que será, en un futuro cercano, nuestra fauna y flora; o seguiremos haciendo costosísimos acueductos subiendo a contrapendiente muchísimos kilómetros para llevarle agua potable a nuestros coprovincianos del interior de nuestra provincia”, propone el FAP.