
Este jueves se conoció la noticia del cierre del supermercado Ecónomo de Resistencia, luego que sus trabajadores asistieran a sus horarios habituales y a sus puestos de trabajo y se encontraran con las persianas bajas y la total incertidumbre por delante. El vicepresidente de la Cámara de Supermercados del Chaco, Miguel Simons, visito los estudios de CIUDAD TELEVISIÓN y se refirió a esta lamentable noticia. Aseguró que “los costos lo fueron agobiando, perdió competitividad totalmente, tenía que pagar un alquiler muy importante en el lugar en donde está, no es un local propio y no le va a cerrar el número por ningún lado”.
“El Ecónomo tiene muchos años, antes sí podía competir, pero ahora no puede; sus clientes se van como se nos van a todos, o nos compran por supermercado de cercanía lo justo, lo del momento. Ya no compran changuito o cifras importantes, somos supermercados de cercanía. Y estamos teniendo costos del grande, pero trabajando en márgenes de chicos. No cierra el número por ningún lado”, apuntó Simons y consideró que “van a sobrevivir aquellos supermercados tradicionales, con locales propios, o que tienen diversificada su inversión; pero pymes están quedando prácticamente muy pocas. Y las de los barrios, ni hablar”.
En el caso puntual del Ecónomo, Simons comentó que ya en sus recorridos por supermercados, le había llamado la atención ver, en esta firma, “las góndolas frenteadas”. “Cuando nosotros vemos góndolas frenteadas, es por dos cosas. O sea está por mandar una macana, va a quebrar y se va a mandar a mudar; o está con dificultades y las empresas le han cortado el crédito. Algunas, por motivos valederos; otras por otra índole. Pero yo, lo que veía es que cada vez tenía menos productos. No solamente el Ecónomo, lo estoy viendo también en otros supermercados. Estoy viendo que cada vez tienen menos volumen de compra y que van cayendo en marcas líderes, por ejemplo, las gaseosas. Las dos gaseosas de marca líder son muy exigentes en el pago. Cuando usted perdió esa cuenta, algo pasó. Ya no puede evidentemente tener el dinero para mantener la cuenta de ese cliente”. “Eso es lo que pasaba con esta gente, ya estaban muy empobrecidas sus góndolas y la góndola empobrecida de un supermercado es una pésima imagen para el consumir”, afirmó.
Tarifazos: un golpe letal para las pymes
Por otro lado, Simons se refirió a los constantes aumentos en las tarifas de servicio y aseguró que son “un palo más a nuestras dificultades. Es un día a día peleando. Nosotros dependemos de la electricidad, no tenemos tampoco gas e inclusive el gas que se usa, por ejemplo, para las panaderías ha aumentado de una forma terrible”.
De manera puntual se refirió al costo que asumía en su área de panificados, y habló de unos $800 o $900 por semana”no hace mucho”; “ahora estoy pagando $4000 por semana para recargar los zeppelin, los garrafones, pero dependemos mayormente de la electricidad”.
Para Simons, la empresa SECHEEP debería hacer un plan especial “para que todos paguen la luz, para que el aumento sea menor. Pero es increíble la cantidad de gente que vive colgada o sin pagar la luz, inclusive comercios. Si todos pagáramos un poco, probablemente no aumentaría tanto”.
Asimismo, aseguró que como comerciantes, tampoco pueden “hacer costos sobre luz o agua; no tenemos la menor idea de lo que nos están cobrando. Nosotros estamos pagando luz de dos o tres meses atrás. Supongamos que en su casa uno se disponga a cuidar la luz y pone el aire acondicionado en 24º, apaga todos los artefactos eléctricos para que no quede ni la lucesita que consume. Pero cuando quiere ver en su boleta el fruto de su esfuerzo, no puede, porque no tiene la menor idea de lo que le están cobrando”. “No tenemos ninguna información de nuestro consumo mensual”, reclamó.
“Cualquier negocio por más chico que sea, tiene una cámara, un freezer. A nosotros los aumentos nos liquidan y ni siquiera podemos volcarlo al producto porque las ventas están paradas. Además es un nuevo motivo para que la gente deje de consumir en los supermercados, porque todo tiene que pagar más y no le queda tanto para consumir”, aseguró y añadió: “Se está consumiendo lo básico”.