La espera del arreglo del desastre provocado por operarios de la empresa SAMEEP en trabajos realizados hace más de veinte días en dicha esquina, “que quedó peor” tras las ‘reparaciones’ efectuadas – parece ser eterna para los vecinos residentes aledaños a la esquina de Catamarca y Liniers de Resistencia.
Alarmados e indignados, volvieron a insistir ante este medio por una anomalía que ya debió ser resuelta mucho tiempo atrás; pero, pese a los numerosos e insistentes reclamos, los responsables encargados de la reparación de la empresa estatal provincial, “no se dan por enterados”.
Esto es algo que no tiene ninguna explicación por parte de las autoridades de SAMEEP. NO puede ser que se hagan tantos reclamos y ningún operario se acerque a solucionar este hueco que pude llegar a provocar serias lesiones a una persona. Pareciera ser que somos ignorados totalmente por estos señores que como funcionarios dejan mucho que desear”, sostuvo un vecino de la zona.
En ese lugar, hace más de veinte días y ante el insistente llamado de los vecinos, la empresa SAMEEP envió un equipo de operarios que llegó al lugar a reparar la supuesta pérdida de un caño de agua. Videos y fotografías registradas demuestran que las ‘reparaciones’ no mejoraron, sino empeoraron la situación.
“Acá vinieron y rompieron el piso, al lado de una boca de cloacas, y supuestamente repararon el caño de agua que perdía. Después que se terminaron, se mandaron a mudar y dejaron todo abierto; y ahora, el caño sigue perdiendo y, además, hay otro fuerte curso de agua que brota al lado de la boca de cloacas”, relató uno de los vecinos.
Observándose que, ambas pérdidas, se escurren debajo del pavimento, seguramente socavando la base del mismo y generando la posibilidad de un hundimiento o derrumbe del mismo. “En cualquier momento, esto colapsa y se hunde todo. Esperemos que no sea con uno de nosotros”, declaró irónico otro de residentes cercanos.
En el lugar, aún permanecen restos de las cintas de seguridad que fueron colocadas por los operarios de SAMEEP, pero el lugar en sí – que ya es un gran pozo – representa un peligro permanente para los transeúntes adultos y niños que por allí circulan.
¿Concurrirán esta vez?
