
Desde el Ministerio de Gobierno y el Arzobispado se logró la puesta en marcha, de una capilla dentro del establecimiento carcelario ubicado en Villa Barberán. En base a las políticas establecidas por el gobernador Domingo Peppo en materia carcelaria, mediante el intercambio de ideas con la Iglesia Católica, se habilitó un lugar de culto para los privados de la libertad católicos y para el personal.
En representación del Ministerio de Gobierno participó de la ceremonia el subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Néstor Florentín. Un oficio a cargo del arzobispo Ramón Dus sirvió para la apertura formal de las instalaciones, de la que también fueron parte el jefe del Servicio Penitenciario Provincial, Miguel Ángel Cañete, la subjefa Raquel Ríos, y el diácono permanente de la fuerza de seguridad.