
Precisamente, otro de los ejes de preocupación son los recursos como las embarcaciones. Los trabajadores explicaron, a través del informe, que cuentan en su muelle con dos dragas, la 403-C y la 332-C, un balizador, que es una embarcación que se encarga de colocar boyas en el río, un remolcador para arrastrar las cañerías utilizadas para el dragado, una grúa flotante de 20 toneladas, y demás embarcaciones auxiliares.
“El hecho de aceptarse el cierre de esta repartición y el desguace de las embarcaciones implicaría que esta zona del país perdería la posibilidad de contar con herramientas únicas en la región. Equipos equivalentes no se encuentran a disponibilidad en empresa privada alguna y mucho menos en delegación estatal en la zona”, expresaron en el informe.
“La draga 332-C tipo cortador, es la draga pública de mayor porte en toda Sudamérica, perderla implicaría quedar a merced de las inclemencias climáticas”, prosigue el documento.
El trabajo, además, explica que ambas dragas “son idóneas para trabajar en los canales de acceso y pie de muelles de puertos de la jurisdicción. Asimismo aptas para la limpieza de desembocadura de ríos y riachos, evitando anegamientos e inundaciones en zonas urbanas y rurales”, señalan.
“Se habló de la posibilidad de que el Estado nacional ceda las embarcaciones al Gobierno de la Provincia. Pero dijeron que no era rentable”, dijo a El Litoral el trabajador Osvaldo Sabao. Por este motivo se esbozó la posibilidad de crear una Dirección Provincial de Vías Navegables. “Un diputado del Chaco nos ofreció que la Provincia podría ser socio o contratante por el puerto de Barranqueras”, señaló el trabajador. Por el momento se mantendrían únicamente operaciones de control, no así de dragado.