
En el marco de las actividades realizadas por la conmemoración del 42 aniversario de la Masacre de Margarita Belén, el Registro Único de la Verdad (RUV), de la Comisión Provincial por la Memoria editó su informe de 2018 sobre el hecho.
En la publicación se describe el recorrido histórico desde los fusilamientos clandestinos del 13 de diciembre de 1976 hasta los procesos judiciales de los últimos años, con los relatos de la vida y militancia de las personas asesinadas y desaparecidas, y asimismo las graves consecuencias sociales del terrorismo de Estado.

La edición presenta un detalle actualizado de las identificaciones y restituciones de las víctimas de desaparición forzada de la Masacre, con la premisa de que “la reconstrucción sigue siendo permanente y colectiva e incluye a las generaciones más jóvenes” según detallan en la introducción de la obra.
La otra novedad reside en la presentación de las publicaciones “Educación y Dictadura”, e “Historias de las organizaciones políticas en el Chaco y sus militantes (Ligas Agrarias, UES, y PRT-ERP)”, en el marco de la Colección RUV, con el diseño elaborado por estudiantes de la Cátedra “Tipografía II” de la carrera de Diseño Gráfico FAU- UNNE.
La cuestión referida a la desaparición forzada cobra relevancia en tanto se trata de una de las fases más macabras del accionar genocida, organizada siguiendo una sistemática de secuestros, torturas y asesinato con el objetivo de sustraer la identidad de la víctima. Por desaparición forzada se entiende el secuestro o detención de una persona por las autoridades del Estado seguida de la negativa de las mismas a revelar el paradero de esa persona o a dar información sobre lo que le ha sucedido.

Desde el RUV destacaron que “el derecho al duelo, presente de una u otra manera en todas las culturas, no puede ser negado a una persona, y el acto de la restitución de los restos del ser querido a los familiares configura un acontecimiento social y colectivo de suma importancia en la búsqueda de Verdad y Justicia”.
Asimismo, cabe aclarar que a diferencia de ediciones anteriores, en este último informe no se incluye más la historia de Ramón Luciano Díaz, ya que aunque hasta la fecha no se tenga la certeza de su destino final, “como resultado de las investigaciones especialmente en la causa Carrillo-Díaz, es improbable que haya sido asesinado en Margarita Belén; con Carlos Tereszecuk, cuyos restos fueron recientemente identificados y restituidos, seguramente será la última vez que se lo incluya, ya que de acuerdo a lo determinado por la Fiscalía Federal de Corrientes, su cuerpo fue encontrado en la costa de la localidad correntina de Empedrado el 14 de noviembre de 1976 (antes de la masacre) e inhumado en el cementerio local”.
Masacre, desapariciones, restituciones

A continuación, un extracto del Informe RUV Masacre MB 2018 con la actualización referida a los casos de restituciones: “Luego de perpetrada la Masacre de Margarita Belén, algunas de las víctimas fueron enterradas como NN en el cementerio San Francisco Solano de Resistencia. Algunas familias recibieron una notificación por parte del Ejército informando que su familiar había muerto en un enfrentamiento con las “Fuerzas legales”.
Es el caso de Patricio Tierno, cuyos restos fueron entregados el 30 de diciembre de 1976 y trasladados a La Plata; Carlos Zamudio, a cuya familia informaron lo mismo aunque un mes después afirmaron que fue muerto el 17 de diciembre en un enfrentamiento en Misiones, en donde les entregaron un cajón cerrado que fue sepultado en el cementerio de Resistencia; Luis Barco, llevado el 5 de enero de 1977 a Sáenz Peña; Mario Cuevas,el 6 de enero a Reconquista; Carlos Duarte el 18 de enero a Puerto Esperanza, Misiones; Luis Franzen y Manuel Parodi Ocampo, ese mismo día a Posadas; Néstor Sala, a Quilmes, provincia de Bs. As. el 18 de febrero de 1977; y Luis Díaz, exhumado en 1980 en el cementerio San Francisco Solano.
A partir de 2007 el Equipo Argentino de Antropología Forense realizó una serie de exhumaciones que permitieron reconstruir el accionar de la represión sobre los cuerpos de las víctimas de la Masacre.
El 13 de abril de 2009 el Tribunal Oral Federal de Resistencia restituyó la identidad a uno de los restos exhumados como NN ese 2007: se trata de Alcides Bosch, identificado mediante la verificación de las huellas dactilares y ADN. (…) Los registros “oficiales” confirmaron que un cuerpo de mujer fue reconocido como NN por el médico que firmó las actas de defunción. En 2007 el EAAF corroboró la identidad de Emma Cabralpor medio de las huellas dactilares que habían sido registradas en dicha documentación, aunque no se logró una identificación de sus restos.
En mayo de 2010 los restos de Zamudio fueron exhumados, e identificados en febrero de 2018; el 7 de julio fue exhumado Duarte, determinándose que los restos no eran suyos. El 27 de agosto el Tribunal Oral Federal de Resistencia restituyó los restos de Luis Díaz, identificado por ADN, a su hijo Martín y a su compañera Norma Cajal.(…)
El 28 septiembre de 2017 fueron exhumados los restos de Luis Arturo Franzen y Parodi Ocampo para corroborar sus identidades”.
La “Línea Paraná”
Otra hipótesis de la investigación para dar con el destino final de víctimas de desaparición forzada se basa en el hallazgo a fines de 1976 de cuatro cuerpos en el balneario de Empedrado, cuyas autopsias constataron signos de torturas y el borramiento de huellas dactilares, con un profundo corte vertical desde el abdomen hasta el pecho.Sobre ello el Informe Ruv especifica; “Así lo demuestra la identificación de restos que fueron encontrados a la vera del río y enterrados en el cementerio de Empedrado en los años 70, como el caso de Rómulo Artieda (asesinado en 1977) en 2007 y de dos de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén en 2014 y 2018.
El 12 de noviembre de 2014 el EAAF informó que la identificación de los restos exhumados como NN el 28 de junio de 2006 en el cementerio de Empedrado correspondían a Julio Andrés “Bocha” Pereira”. El misionero Carlos Tereszecuck fue identificado el 6 de septiembre de 2018 y entregado a su familia a mediados de ese mes.
El Registro Único de la Verdad – RUV
El Registro Único de la Verdad (RUV) depende de la Comisión Provincial por la Memoria, creada por Ley Nº 5582 del año 2005. En su artículo 6, dicha ley instituye el RUV y establece como su objetivo “la implementación de una base de datos unificada que reúna información sobre la verdad de lo acontecido en los casos de personas que hayan sido víctimas de desapariciones forzadas, muerte, sustracción de menores, cambio de identidad y demás violaciones de los derechos humanos”.
Por ende, es el RUV el área de investigación responsable de recopilar y organizar la información y documentación vinculada con el accionar de la última dictadura cívico-militar, a fin de garantizar su preservación y crear una base de datos unificada en el ámbito provincial.
Las tareas de investigación abordan temas relacionados con el accionar represivo: la identificación de personas asesinadas y desaparecidas vinculadas con la provincia del Chaco, las organizaciones sociales y políticas perseguidas, los detenidos políticos, los cesanteados, entre otros. Asimismo, tienen como propósito dar cuenta de los cambios acaecidos en el ámbito educativo, en la prensa y la política comunicacional y en la política económica.
Por último, y no menos importante, el trabajo realizado en el RUV apunta a cumplir con la actividad fundamental de la Comisión por la Memoria: conocer las consecuencias de los hechos investigados sobre la realidad actual.