
Cuando terminó no lo querían dejar ir, varios se acercaron a preguntarle sobre los principales casos que investiga la Justicia, sobre la excarcelación de Amado Boudou y sobre el caso de los cuadernos.
Muchos le preguntaron sin éxito el nombre del operador judicial al que hizo referencia y de quien dijo que trabajó a favor de Carlos Menem con “la servilleta de Carlos Corach” (que tantas veces el ex ministro menemista desmintió); que en tándem con Norberto Oyarbide “salvó” a los Kirchner y que “trabajó para salvar a Macri en la causa del Correo Argentino”.
“El mismo operador, en tres gobiernos durante 30 años”, subrayó después de contar la tensa entrevista que mantuvo con esa persona durante el trabajo que realizó para su libro ‘La Raíz de todos los males’.
El periodista del diario La Nación, abogado recibido en la Universidad de La Plata y magister en Artes Liberales por la Universidad de Navarra, España, fue entrevistado por Clara Mariño en el Ciclo de Conferencias “Cómo pienso a la Argentina”. En ese marco hizo una inquietante revelación: “Nadie llama a Comodoro Py por la ex Presidenta, pero todas las semanas llaman gobernadores, diputados, senadores, muy preocupados por algunos empresarios”.
Alconada Mon describió un entramado de corrupción e impunidad que incluye a jueces, fiscales, políticos, empresarios, sindicalistas, policías, periodistas, que “juntos han armado una trama que les permite enriquecerse y mantenerse impunes”, destacó.
Y habló del Lava Jato argentino y la causa de los cuadernos, además de la excarcelación del ex vicepresidente de CFK. “Son ejemplos de cómo hay un entramado que funciona para la corrupción y la impunidad en los últimos años”, lamentó. “Lo sótanos trabajan para bloquear las investigaciones al poder”, continuó.
¿Cómo llegamos hasta aquí?, se preguntó. “Hemos llegado de una manera paulatina con una degradación progresiva que incluyó, entre otros aspectos, el abordaje de la Corte Suprema con su ampliación, la mayoría automática, además de la ampliación de los tribunales federales de Comodoro Py y la desarticulación de los organismos de control, como ejemplo la Oficina Anticorrupción”.
Dio un ejemplo: contó que la Oficina Anticorrupción tuvo dos sedes durante años y que una de ellas no tenía internet, “se colgaban del wi-fi del bar de la esquina”.
Comparó además los sistemas judiciales y las investigaciones de Brasil y Argentina. “La Justicia forma parte del problema, Oyarbide no era la excepción”, cuestionó, aunque recordó que también hay jueces y fiscales buenos que hacen bien su trabajo.
¿Cómo se sale? Para su libro entrevistó a José Ugaz, el gran referente de la investigación peruana sobre la corrupción sistémica en Perú de Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori; al juez del Lava Jato brasileño, Sergio Moro, y al fiscal del mani pulite Antonio Di Pietro.
“Todos por separado llegaron al mismo eje; cuando vos tenés un entramado de corrupción sistémica en la cual tenés que aquellos que deberían corregirlo son los que se benefician del sistema perverso o corrupto. La única manera es corregirlo desde afuera, con presión exógena, es decir, los ciudadanos. Solo comienza a cambiar cuando los ciudadanos dicen basta”.