
El reciente caso de un niño misionero, que se suicidó utilizando el arma de su padre, llevó la consulta – a cómo se deben encarar estas situaciones – hasta la Licenciada Liliana Barrón, que participó del programa “Tarde de Ciudad”.
Especializada en bullying, la profesional afirmó que “la prevención del suicidio tiene que tener varias aristas”, porque “hay factores protectores y otros de riesgo. Cuando un niño siente que no tiene una perspectiva para el futuro aparece la idea de quitarse la vida”.
Sintetizó la situación como que “es querer dejar de sufrir”; sosteniendo que, en consecuencia, el análisis pasa por “tratar de ver cómo podemos acompañar a los niños”.
Para ello, se debe “trabajar no solo con los papás, sino también con otros que están cerca, como las escuelas y otros lugares donde participan de actividades”; para así, “ver cómo podemos solucionar la situación. Hace falta la ayuda profesional y de salud mental”.
Barrón aconsejó que, para detectar estos casos, es necesario tener en cuenta varias situaciones. “Hay que ver los cambios de ánimo que se sostienen en el tiempo, son algunos indicios que se pueden mirar”, así como que “quizás quiera aprender a usar un arma, o habla mucho sobre la muerte”.
También hay que “ver su estado en las redes sociales ”, para todo lo cual “hay que construir relaciones de confianza. Debe haber adultos que contengan y escuchen, y que ellos se den cuenta”
En su opinión, “hay muchos materiales peligrosos en las redes. Los chicos tienen acceso a cualquier cosa”; remarcando que, viendo todo eso, “por ahí nace para los niños la idea de solucionar los problemas con la muerte. Si pensamos al suicidio como un proceso, este se inicia con la idea suicida y las redes muchas veces tienen un lugar en esto. Es que plantean al suicidio como una solución”.
Marcó la profesional algunas situaciones que dan indicios de que algo está ocurriendo. “Hay conductas autolesivas. Una es ser imprudente en el tránsito, es una conducta de peligro. También el alcohol, drogas, sustancias peligrosas. Hacer cosas como sacarse un mechón de pelo, dejar de comer”. Porque los niños “deciden lastimarse a sí mismo. No es una situación tan común. A veces los adultos no les dan importancia, pero hay que hacerlo, porque están dando una señal de alerta y hay que prestarle atención”.
Por otra parte, dijo “creo que la escuela está sobredemandada. Se espera mucho de la escuela y no siempre tienen las herramientas para dar respuestas a tantos problemas. Creo que están un poco colapsadas”.
En su análisis, habló sobre la responsabilidad de los medios al tratar suicidios. “Hubo varios momentos en la historia. La cobertura es muy importante, como para no dar idea para que otros hagan lo mismo. Tampoco poner a la persona en un lugar de héroe ni de víctima. No hay que generar la fantasía de que, para salir en la ‘tele’, hay que suicidarse. Cuando uno se suicida no le hace daño al otro, sino a sí mismo. No entienden que el suicidio no es la solución”.
Finalmente, acotó que, ante una situación de alerta, “lo principal es consultar con profesionales del área de Salud Mental, primero”; y en segundo término “fortalecer los espacios de contención de esas personas”.
“Hay que tener mucha comprensión y buscar ayuda”, concluyó Viviana Barrón.