
Su propia familia informó que su deceso se produjo en Resistencia. Los restos de don Jacobo arribarán a su ciudad en la jornada del sábado, y serán velados en el Salón Israelita desde las 8 de la mañana a las 20 horas; siendo inhumados en el Cementerio Israelita de Villa Angela el domingo a las 10 de la mañana.
Para todos aquellos que asistan a su velorio, se ruega no enviar flores, y a quien lo desee, hacer llegar en su lugar donaciones a la Biblioteca Escolar “Jacobo Garber” de la EGB 1021 “Pedro Ortega “.
Inmigrante e historiador
Don Jacobo Garber nació el 20 de abril de 1923 en Berezno, región polaca de Volinia, hoy Ucrania. Es hijo de Moisés Garber y de Raquel Rosenfeld de Garber, y hermano de Abraham, Salomón, Rosa y Samuel. En abril de 1936 emigró con su madre y hermanos en el trasatlántico Arlanza, de la Royal Mail Line.
De ese viaje, don Jacobo recuerda haber cumplido 13 años y celebrado a bordo el bar mitzvá, ceremonia religiosa de particular significado y simbolismo para los jóvenes judíos.
Unos años antes, en 1931, había emigrado su padre quien mediante ahorros logró reunir el dinero para traer a su familia.
Después de la Gran Guerra, la falta de alimentos, la situación política complicada y el anuncio de la llegada de Hitler al poder, decidió a esta familia como a otras que pudieron hacerlo a tiempo, a emigrar. Quienes quedaron perecieron en campos de concentración.
Desde 1931, los Garber se instalaron en el Lote 42, a 20 kilómetros de Villa Ángela, población donde el padre trabajó como panadero con la ayuda de sus hijos. En 1948, Jacobo se casó con Celia Pilcha, unión de la cual nacieron tres hijos: Salomón, Luis y Adela. En esta actividad se inició en la responsabilidad laboral durante varios años.
Para 1949 estuvo a cargo de un almacén de ramos generales de su propiedad y a partir de 1954 fue ganadero. Años más tarde trabajó en una fraccionadora de vinos de su suegro a partir del fallecimiento de éste. Diversos factores adversos motivaron su regreso en 1965 a la panadería hasta 1987, oportunidad en que abandonó la actividad laboral.
Cursó solo algunos años de la escuela primaria. Sin embargo, no descuidó su formación intelectual y es un conocido autodidacta. A partir de esos años dedica su tiempo a intensas lecturas, comienza a escribir, profundiza conocimientos del Antiguo y Nuevo Testamento, historia de las religiones, obras de Jorge Luis Borges, de filósofos, historiadores o pedagogos como Jaime Barylko, Erich Fromm, Flavio Josefo, Stefan Zweig, Irving Wallace, Ernesto Renan o Paul Jhonson entre otros autores.
Simultáneamente estudió sobre ajedrez entre otros temas de su interés. Y por esos años cuidaba de su esposa enferma, que falleció en 1992.
Cronista de Diario Norte
La escritura fue uno de sus pasatiempos más importantes, pero en 1980 comenzaron sus colaboraciones en NORTE. Hasta la fecha escribe acerca de una diversidad de temas, en la sección Cartas de Lectores. Más de 600 notas periodísticas avalan su quehacer y presencia permanente.
En estos escritos aborda asuntos relacionados a habitantes de Villa Ángela cuyas historias rescata por medio de la anécdota, la observación directa o el conocimiento que le ha proporcionado su larga y fructífera vida. Sus personajes son tanto populares como antiguos comerciantes, ganaderos o profesionales del medio.