
Ante la sanción definitiva de la Cámara de Diputados del proyecto de “Ley Justina”, que marca un antes y un después en la donación de órganos en Argentina y este nuevo giro que se da en la reglamentación, Cherkasky, coordinadora de CUCAICOR, indicó a diario época que “es, y de nuevo lo repito, una importante intencionalidad a favor de esta medida”.
Aunque, respecto de la nueva ley, dejó en claro que “al reglamentarla se tenga en cuenta lo educativo, lo que se quiere lograr es la promoción de la vida a través de la donación y esa es la base. Debemos educar a la gente en donación”. Destacando que lo que se quiere es favorecer que haya más donantes voluntarios y no al revés.
Según la especialista, “costará implementarla (a la ley)”, e instó a que dentro de la propuesta de esta norma, se incorporen campañas educativas. “Vamos a necesitar mucha educación, porque nosotros salimos arecoger el ‘sí’ y esto seguirá siendo igual”, sentenció.
Susana Cherkasky reconoció que la implementación de la nueva norma costará porque, pese a que la ley indica que “todas las personas son donantes de órganos, salvo que hubieran expresado su voluntad contraria”, desde el CUCAICOR “sí o sí se seguirá consultando con la familia. Eso no cambiará, por lo menos hasta que se modifique a favor de la donación”. “Seguimos teniendo alta negativa familiar del 50%”, remarcó.
Negatividad
Al hacer referencia a la negación familiar, expresó que “esto significa que de 20 operativos iniciados, 10 se concretan y 10 se suspenden ante la negativa de la familia de no autorizar la donación de órganos de un integrante del grupo familiar, y eso ocurre en todo el país”.
“La ley dice que no se va a preguntar más a los familiares pero eso no es así, no se puede tocar el cuerpo si la familia se niega. Nosotros queremos, con educación y capacitación, cambiar estas cifras”, indicó Cherkasky.
Al tiempo que recordó: “La razón por la que se dio esta ley es porque los órganos no llegan a tiempo a quienes realmente necesitan, porque no se encuentran personas con intenciones de donar a la hora de fallecer y eso retrasa la posibilidad de salvar vidas”.