
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, recibió a movimiento sociales en busca de frenar la protesta social en las calles. Sin embargo, no hubo acuerdo porque el Gobierno no ofreció ningún bono y para los planes sociales propuso un aumento escalonado de solo $500, excluyendo a los benefificarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Tras acordar con el Fondo Monetario Internacional (FMI), desde la Casa Rosada aseguraron que como parte del trato la entidad financiera autorizaba al Estado argentino a desembolsar dinero en post de la “paz social”. Sin embargo, por ahora la oferta a los movimientos sociales es ínfima.
“Hay una coyuntura que se ha agravado en todos los merenderos y comederos. Le dijimos que tenemos necesidades urgentes, y lo que nos ofrecieron es insuficiente”, lanzó Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), al término de la reunión.
Del encuentro también participaron organizaciones como Barrios de Pie y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y el obispo de Merlo-Moreno, Fernando Maletti, cercano a los movimientos sociales.
“Les planteamos un panorama, nos ofrecieron un aumento escalonado de $500 en planes de empleo, no es serio”, agregó Marianela Navarro, del FOL, que fue más allá. “La semana que viene vamos a ir a la puerta de los supermercados”.
Desde el Gobierno argumentaron que “fue una buena reunión, de un diálogo que nunca se cortó”, y que el bono de $3000, mencionado por algunos medios “nunca estuvo en los planes del ministerio”.
Además, confirmaron que el aumento de $500 en los planes sociales se daría en dos cuotas, a partir del mes próximo. La ayuda alcanzaría únicamente al medio millón de personas que reciben ese auxilio y excluiría a los beneficiarios de la AUH.