
Reforma que abrió el camino hacia la gratuidad, sancionada en 1949 por el gobierno de Juan Domingo Perón y que actualmente garantiza estudios a dos millones de estudiantes en todo el territorio nacional.
A las 6 de la mañana de este sábado comenzó la toma de la UNRC, en conjunto con otras universidades del país como las UN de San Luis, UN de La Plata, UN de Cuyo y la UN Arturo Jauretche, respondiendo a una convocatoria de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU).
A exactos 100 años de la Reforma Universitaria, la toma es encabezada, por primera vez en la historia, por los docentes universitarios, acompañados por estudiantes y no docentes.
El Manifiesto Argentino considera que éste puede ser el inicio de la resistencia pacífica docente-estudiantil frente a la desfinanciación del sistema universitario y la negativa a paritarias dignas. Y en consecuencia proclama:
* No al desmantelamiento de la Educación Pública y el recorte de 3.000 millones de pesos a las universidades.
* No a la privatización encubierta bajo la modalidad de “internacionalización de la educación”, ni al arancelamiento de la formación de posgrado, ni a otras formas truchas de arancelización.
* No a los avances del neoliberalismo devastador de la autonomía universitaria, el cogobierno y la libertad de pensamiento, hoy acechados por el mercado y sus corporaciones.
* Sí a una nueva Ley de Educación Superior que, como dice el Ideario de El Manifiesto Argentino: “reasegure, profundice y actualice los principios y las mejores tradiciones de la Reforma Universitaria de 1918, explicitando a la Educación Superior como bien público y como derecho”.
* Sí a la Educación Pública de excelencia académica y científica, relevancia social y salarios dignos en toda la Argentina y para todos los niveles.
El Manifiesto Argentino convoca a todos los docentes y estudiantes de la República a decidir en asambleas ampliadas las formas y coordinaciones necesarias para garantizar la continuidad de la medida.