
En busca de respaldo para el fuerte ajuste en el Estado y la consecución de su política económica, el Presidente Mauricio Macri salió a poner presión sobre los gobernadores peronistas.
“Son conscientes de que hay muchas cosas que se han hecho mal y de que llegó el momento de ponerlas sobre la mesa”, dijo.
En entrevistas durante la cumbre del G-7, el presidente se mostró optimista tras el acuerdo con el FMI. Pidió consensos para el ajuste y habló de “vivir con lo que tenemos”.
Las definiciones, que se publican este domingo en los diarios La Nación y Clarín, el jefe de Estado pidió que “no nos anticipemos”, cuando se le preguntó si ese entendimiento va a suponer una reducción de los giros a las provincias.
“Dejemos que el ministro de Hacienda (Nicolás Dujovne) y el jefe de Gabinete (Marcos Peña) hagan su trabajo. He hablado con los gobernadores. Son conscientes de que hay muchas cosas que se han hecho mal y de que llegó el momento de ponerlas sobre la mesa. Recién dije acá (en la Cumbre del G-7) cuando me tocó hablar: la Argentina hace dos años y medio emprendió un cambio que se basa en poner los problemas sobre la mesa”, remarcó.
En el marco de dudas sobre un respaldo al Presupuesto 2019 de los legisladores opositores que responden a los gobiernos provinciales, se le preguntó qué perdió la confianza en los gobernadores tras la saga sobre la ley anti tarifazo, a lo que respondió: “Los conozco hace mucho. Por eso vamos a apostar a que cada uno ponga lo mejor de sí”. “El peronismo sabe que no hay lugar para la locura”, puntualizó.
Recortes y esfuerzo
En ese sentido, Macri pareció sugerir que el esfuerzo del recorte se extenderá a ámbitos como el educativo. “El Estado no puede seguir gastando más de lo que tiene. Y esa es una discusión que se va a dar en los próximos meses entre todos los dirigentes de la política, el empresariado, las universidades, los gremios. Todos debemos recuperar una sensatez que no hemos tenido en 70 años, porque lo que está en juego es el futuro de los argentinos”, advirtió.
El crédito de 50.000 millones de dólares otorgado por el FMI tiene un componente precautorio, esto es que no es de utilización obligada. Al respecto, Macri señaló que “preferentemente, uno quisiera no tener que usarla (esa plata). En la medida en que bajemos el déficit más rápido, menos vamos a tener que usarla. Y sería lo mejor, para no seguir acumulando deuda para nuestros hijos y nietos”.
“El despilfarro y la corrupción jamás pueden ayudar a crecer a un país”, añadió al valorar como positivo el acuerdo con el Fondo.
Para Macri, en el mundo “nadie discute que Argentina es una potencia futura si hace las cosas que tiene que hacer”. Pero consideró que, para eso, lo que se requiere es “responsabilidad de toda la dirigencia argentina, en la que el Estado no puede gastar más de los ingresos”.
En este sentido, señaló que se trata de “una discusión que se tiene que dar en los próximos meses entre todos los dirigentes de la política, el empresariado, las universidades y los gremios”.
A todos esos sectores, Macri les pidió “tener una sensatez que no hemos tenido en 70 años porque está en juego el futuro de los argentinos”.
“El despilfarro y la corrupción jamás pueden ayudar a crecer a un país. Estamos buscando que se acabe el despilfarro, la corrupción y los privilegios mal habidos. Eso va a potenciar el crecimiento”, puntualizó.
“La Argentina de la equidad macroeconómica es imparable”, remarcó el jefe del Estado al vaticinar que será “el país que más va a crecer en los próximos 20 años”.
Consultado sobre la posibilidad de un escenario de mayor conflictividad social, el mandatario señaló: “Yo creo en el diálogo”.
“Es al revés. Es otra mentira que se le dijo a la gente”, reacción consultado sobre si el entendimiento con el organismo financiero va a derivar en una recesión.