Juraron nuevos abogados y un procurador ante el Superior Tribunal de Justicia

La ceremonia, realizada hoy en el Salón Auditorio, fue encabezada por el presidente del Superior Tribunal de Justicia Rolando Toledo acompañado por el procurador general Jorge Canteros y la defensora general adjunta Gisela Gauna Wirtz.

Juraron nuevos abogados y un procurador ante el Superior Tribunal de Justicia

Juraron los siguientes abogados: Asselle Ana Lucia; Barrera Enzo Gabriel; Barrios Mariela Noemí; Bogado Lía Daniela; Cabral Jorge Alberto; Correa Bruno Daniel; Giorgieff Atanasoff Romina Soledad; Gonzalez Lucia Belén; Herrero Marcia Elizabeth; Ibarra Jéssica Lorena; Joos Graciela Mabel; Larrea Romero; Luna Maria Victoria; Llanos Mónica Lorena; Madzarevich Ivana Melisa; Marinho Andrea Evangelina; Meza Quiroz Ángeles Estefanía; Paredes Clarisa Evelín; Relos Andrea Celina; Ríos Gimena Carina; Vallejos Yohana Ludmila y Villalba Gisela Carolina. Y el procurador Carballo Luis Samuel.

Salutación

Al finalizar el juramento el Superior Tribunal de Justicia saludó a los abogados que acaban de prestar juramento quienes constituyen, desde ahora, pilares indispensables de la justicia y se erigen, junto a ella, como estrechos colaboradores en pos del bien común, siendo auxiliares del servicio público de justicia.

El abogado tiene que ejercer su profesión con mesura y prudencia, y también con orgullo, y pasión. Debe tratar de no pasar por encima de un estado de su conciencia o afectar una convicción que no tenga. Pensar siempre que está al servicio de los derechos y pretensiones de su cliente y en los tribunales ser colaboradores con los magistrados y funcionarios, sin que ello signifique declinar ninguna atribución ni tampoco consentir ser menos.

En el ejercicio de la profesión procurará la paz como el mayor de sus logros y buscará siempre la justicia por el camino de la verdad y de lo realmente acontecido, con sinceridad, buena fe y lealtad.

Estudiar, pensar, trabajar, luchar, tolerar, tener paciencia y consideración, olvidar prontamente las victorias como las derrotas y amar la profesión, son los mandamientos que deben regir la vida del abogado. En palabras del maestro Rudolph von Ihering: “el derecho considerado en su desenvolvimiento histórico nos representa, pues, la imagen de la investigación y de la lucha; en una palabra, de los más penosos esfuerzos”.

Por tal motivo, la abogacía, requiere vivir la vida en un estado de eterno aprendizaje, sabiendo que el estudio del derecho concluirá al término de cada existencia individual. A cambio ella les dará nobleza, sentido y dignidad.

Finalmente les recuerda que su ejercicio, vital para el funcionamiento del sistema judicial, es garantía de ciencia y probidad. De dominio del procedimiento técnico y forense, de precisión y sobriedad en la exposición de los hechos, en la fundamentación del derecho y en la clara determinación del objeto de su defensa.

 

 

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