
Tras el 25 por ciento registrado el año pasado, la Argentina es el séptimo país con la inflación más alta del mundo, según publicó el portal Infobae. Y promete subir, a partir del alza del dólar y las naftas y los tarifazos por venir, con obvias consecuencias sobre los precios.
Sin embargo, el ministro de Energía no parece estar enterado, de gira por Rusia y camino a Davos, desde donde buscará – según se espera – dar una imagen irreal no a los potenciales inversores sino a los argentinos que esperan noticias desde Suiza.
Todavía en tierra rusa y en entrevista con el diario La Nación, afirmó el funcionario, sin ponerse colorado: “Estamos bajando la inflación de una manera sustentable. La inflación va a ir bajando. Ese es el camino…”
“La confianza, así como se pierde muy rápido, reconstituirla toma un tiempo. En los dos primeros años (de Gobierno) se han hecho muchas cosas para lograrlo y cada paso se va logrando restablecer”, agregó el ministro.
No obstante, se desconoce la confianza de quién o quiénes se va restableciendo, porque entre los argentinos ocurre lo contrario: todos los relevamientos apuntan a una caída brutal de la confianza de la ciudadanía hacia el presidente Mauricio Macri y su gestión.
Entre los factores determinantes aparecen el ajuste permanente y los tarifazos… Y como para ir reestableciéndola, Aranguren ya confirmó en la misma entrevista que se vienen nuevos y fuertes aumentos en todos los servicios públicos. Como para ir bajando la inflación, ¿no?