
El artista plástico Juan Britos y el periodista Gonzalo Torres, visitaron los estudios de CIUDAD TELEVISIÓN y RADIO CIUDAD en el marco de la apertura de la muestra gráfica “Juicio y Castigo en el Chaco”, que se podrá recorrer durante todo noviembre en el Museo de Medios de Comunicación, que reúne todo el material documentado a lo largo de las audiencias de los juicios que juzgaron a los genocidas en el Chaco. “Es una historieta que parte de un trabajo que comenzó en el año 2010 con la cobertura de los juicios por crímenes de lesa humanidad ocurridos en Resistencia”, comentó Torres sobre esta que es la segunda presentación de la muestra gráfica de la historieta que refleja “la primera parte del juzgamiento al genocidio, que hace foco en la causa de la Masacre de Margarita Belén y la causa Caballero, que tiene que ver con las torturas en la ex Brigada de Investigaciones, actual Casa por la Memoria”; la primera juzgada en 2010 y la segunda entre 2010 y 2011.
El periodista recordó que más allá de la muestra, los juicios por delitos de lesa humanidad continúan hasta hoy. La próxima a las de la muestra fue la causa conocida como Margarita II, que juzgó al represor Rorberto Tosso, “que se escapó y lo juzgaron más tarde”, y la causa actual que Caballero II, actualmente en su etapa definitoria, sobre la que también trabajan con la misma metodología.
Britos por su parte, contó que la idea de retratar a través de su arte las instancias de estos juicios a los genocidas, que luego se convertirían en historieta, “se fue dando naturalmente. Él (por Torres) estaba entrando a llevar un registro de lo que sucedía, de los testimonios, de las personas que también presenciaban esos juicios, como familiares o los mismos jueces o la querella, y los imputados, y a mí me pareció que iba a estar bueno entrar a dibujar lo que a veces no se puede fotografiar dentro del recinto”. Entonces también convocaron a Alejando Gallardo, quien completa el grupo, “un eximio dibujante y él bocetaba, hacía cinco o seis retratos de testigos por jornadas y también llegó a hacer caricaturas. Y con la facilidad de su muñeca y de su trazo dibujaba bocetos en tamaño A3 aproximadamente, con colores, con lápices o birome”, destacó Britos y se reconoció en su tarea como “un poco más duro con el dibujo pero igual lo hacía y lo hago porque me gusta”. Así es que “entre los tres fuimos uniendo y tratando de contar lo que sucedía adentro, los personajes, las caras de los imputados. Y fue así, una cosa nuestra, no fue institucional la idea de crear esta historieta. La hicimos de corazón”, expresó el artista.
Torres añadió que a la amistad que los unía, en ese momento y ahora, también se sumaban otros trabajos de historieta que compartían, lo que por otro lado facilitó a la creación de una historieta también de los juicios por delitos de lesa humanidad. “Por eso decimos que decantó, casi naturalmente porque teníamos un laburo anterior, que en algún momento vamos a publicar. Entonces, cuando aparecieron los juicios, decidimos usar ese mismo método”, contó el periodista y añadió que y también manifestó que el desafío en ese tipo de cobertura sobre los juicios era que “debía ser periodístico”. “No hubo un delirio con la creatividad en términos de inventar, teníamos que tener un registro de lo que estaba sucediendo y ser fidedignos de lo que estaba pasando. Y con ese marco, de todas maneras se generaban ideas de profundizar en la fauna de imputados, aunque los animales en realidad tienen una naturaleza mucho más noble que cualquiera de estos seres, y ahí surgía que por ejemplo que un texto le generaba a él una idea de dibujo o viceversa. Algo muy interesante que se dio con el laburo con Juan”, reconoció.
La historieta puede conseguirse también en el Museo de Medios, en donde cuentan con los archivos digitales para cargarlo a cualquier lector interesado en contar con ese material.
“Son los crímenes más aberrantes que uno se pueda imaginar”
De lleno sobre los juicios y sobre los testimonios puestos a relieves por mujeres y hombres víctimas del genocidio de Estado, Torres manifestó : “Son los crímenes más aberrantes que uno se pueda imaginar. No sé como lo logró Juan pero a mí me pasa que escucho las cosas que dice una mujer, que le hicieron, y uno está en un juicio oral pero también frente a una persona que frente al Tribunal Oral está dando su verdad con enorme valentía. Y al hacerlo, también en muchos casos lo está reviviendo. Y me pasa que si trato de apaciguarlo, también estoy quitando gravedad al hecho. Pero también quien soy yo para desnudar en público los dolores de alguien, entonces se recurre a los recursos que le da el lenguaje, sin morbo, porque se trata de una historia que tiene que ver con masacres y torturas. Uno no quiere sumarle un dolor o una angustia a un sobreviviente o una sobreviviente, y digo una porque las que peor la llevaron fueron las mujeres”.
Britos por su parte, añadió que lograron también “graficar estos testimonios, para mostrar a veces el ambiente en donde sucedían los hechos, y situaciones que son infotografiables”.