
Con una proporción del 24,5 por ciento del PBI, el gasto público primario se mantuvo en 2016 al mismo nivel que el año anterior, cuando había alcanzado un 24,4%, según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
A pesar de ello, el gasto primario tuvo ciertas variaciones en sus componentes. La seguridad social, el gasto en personal y el gasto en capital mostraron una disminución con respecto a 2015; en tanto que las transferencias corrientes a los sectores privados y públicos exhibieron una leve alza.
Las partidas en seguridad social pasaron del 9,15% del PBI en 2015 a 9,13% en 2016, lo que representa una leve disminución de dos centésimas porcentuales. La variación fue marginal también en el gasto en personal, pues pasó de 3,40% en 2015 a 3,31% al año siguiente, una variación de apenas nueve centésimas.
El informe apuntó que el gasto en capital tuvo una mayor baja, dado que pasó de 2,75% en 2015 a 2,26% en 2016, una reducción de casi medio punto porcentual. Sin embargo, las transferencias al sector privado tuvieron un alza que compensó las bajas en los tres ítems mencionados al alcanzar 6,28% del PBI en 2016, luego de que en 2015 haya sido de 5,51%.
Más allá del gasto primario, los intereses de deuda subieron de 2,06% a 2,30% entre 2015 y 2016, el retorno al mercado de capitales vino asociado a una política de financiamiento del déficit vía endeudamiento, remarcó el Iaraf, que a la vez que destacó que en 2003 las partidas representaba el 15,2% del producto y en 2016 pasó a reflejar el 26,8%.
La lupa sobre las provincias
En las provincias el principal componente del gasto primario es el gasto en personal y su aumento fue inusitado durante el kirchnerismo: en 2003 significaba el 5,1% del PBI a representar el 8,6% en 2015. Según el Iaraf, en 2016, la proporción se mantuvo.