En el Foro del Libro, Silvia Castrillón defendió la tarea de las bibliotecas como “espacio de resistencia”

La licenciada en bibliotecología y especialista en educación, la colombiana Silvia Castrillón fue la encargada este miércoles de brindar la conferencia magistral de apertura en el 22º Foro Internacional por el Fomento del Libro y la Literatura.

La licenciada en bibliotecología y especialista en educación, Silvia Castrillón.

Tras las palabras del escritor Mempo Giardinelli, Castrillón hizo un análisis de la cultura escrita y la literatura como bienes públicos y medios para la construcción individual y colectiva de lo público. E insistió en la idea de la biblioteca pública como institución llamada a “llevar más allá de la escuela el proyecto de democratizar la lectura y la escritura”.

“Conozco las bibliotecas populares que en Argentina se constituyeron como espacios de resistencia de generaciones de inmigrantes que se negaron a perder su cultura”, dijo Castrillón. “Considero que este símbolo debe renovarse, nuevamente como forma de combate para garantizar a esta y a las generaciones futuras el disfrute de la lectura, la escritura y la literatura”, añadió.

“Inversión de recursos”

Castrillón planteó “que las prácticas de lectura que necesitamos garantizar como derecho y por consiguiente que merecen la inversión de recursos del Estado son las prácticas que asocian la lectura con el pensamiento y las que según el profesor colombiano Didier Álvarez habilitan a las personas para la comprensión y la transformación de sí mismos y de la sociedad y se constituyen en herramientas del ser humano para vivir una vida que merezca ser vivida”, citó.

De todos modos aclaró que “la lectura por sí sola no ofrece las herramientas para la construcción de una ciudadanía crítica con capacidad de discernir, con posibilidades de disentir y de pensar y de transformar su futuro, ni ofrece por sí sola condiciones para crecer como seres humanos. Es sólo una condición entre otras, pero una condición necesaria”.

“Podríamos decir que en la sociedad actual, capitalista y neoliberal, los medios de producción, con el Estado y los medios de comunicación a su servicio, monopolizan, por una parte, la producción y circulación de la escritura y, por otra, las formas de interpretación y apropiación de la cultura escrita en las instituciones en donde estas se dan, especialmente la escuela y la biblioteca”, dijo.

Además, sostuvo que “la biblioteca genera espacios para la organización de la sociedad civil, ofrece posibilidades de participación y no solamente crea grupos que colaboren con un proyecto ya configurado y predeterminado de antemano”.

“Con estas palabras quisiera contribuir modestamente al tema de este evento y a la reflexión que de él se debe derivar presentando mi propuesta de trascender la resistencia y crear espacios de combate por la democratización de la cultura escrita con el fortalecimiento de una biblioteca pública que la garantice”, finalizó.

 

 

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