
En específico se busca restringir el uso de los denominados morteros, bombas de estruendo y otros de iguales características. La persona que manipule o accione este tipo de elementos pirotécnicos será sancionada con la multa establecida en la reglamentación.
El objetivo del proyecto es mejorar la convivencia en la ciudad, ya que el impacto sonoro provoca inconvenientes sobre todo a personas con autismo, a quienes padecen enfermedades, a los recién nacidos y a las mascotas. Al mismo tiempo, se busca colaborar con la erradicación de esta forma riesgosa de recreación.
La iniciativa será tratada mañana en la comisión de Asuntos Generales donde se espera el acompañamiento de los concejales miembros para su aprobación en la próxima sesión ordinaria.