
El Dr. Mauro era una persona carismática y muy agradable en el trato con la gente, que por cosas de la vida se estableció en otra provincia, por cuestiones laborales más específicamente, pero su lugar en el mundo siempre fue San Bernardo.
Cabe recordar que Mauro, se había arraigado muy fuertemente en los corazones de los sanbernardinos, ya que durante su tiempo en esta localidad fue muy requerido, tanto en su función de profesional de la salud, como al momento que le tocó estar frente a la intendente. Tuvo que sobrellevar una de las épocas de mayores inundaciones en la localidad; sin embargo, nunca perdió la calma y esas ganas de ayudar en todo a todos.
Sus vecinos lo reconocieron como un ser humano excepcional, solidario, generoso, y muy amigo de los amigos.
En el año 2015, desde la gestión del escribano Juan Andrés Sirich, se le brindó un reconocimiento que lo hizo emocionar en una soleada mañana de domingo, en momentos que se daba el cumpleaños número 82 de San Bernardo.
En esa oportunidad se mostró muy contento por el reconocimiento que se le hacía con tanto cariño; y lo pudo disfrutar junto a sus hijos y nietos que también estuvieron presente acompañándolo en ese tributo que le hizo su pueblo.
También en San Bernardo se recuerda que Mauro era muy amigo de Daniel Altamirano, quien lo visitaba de seguido, y fue él quien llevo al cantante y compositor a la casa de la ‘Oma’. De allí nació la inspiración del mendocino para hacer la canción que inmortalizo a las abuelas gringas que poblaron nuestros pagos.