Controlarán la aplicación de la ley que prevé la disminución de sodio en alimentos

Aplicarán la ley para disminuir el contenido de socio en los alimentos

Referentes de la Dirección de Bromatología del Misterio de Salud Pública mantuvieron un encuentro de trabajo con especialistas del Instituto Nacional de Alimentos (INAL) sobre medición y control de sodio en productos alimenticios. El objetivo es adecuar las técnicas de producción locales en base a las normativas vigentes, que plantean la reducción progresiva de la sal contenida en los panificados y alimentos.

Se trata de una jornada de cooperación entre la Provincia y la Nación en la que se trabajó sobre esta metodología, que convocó a técnicos y especialistas del área. “la iniciativa prevé contribuir a la disminución del impacto de las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión en la población argentina mediante el consumo de alimentos con menos sodio”, indicó la titular de Bromatología, Rosa Navarro.

La medida se encuadra en la Ley 26.905 –que entre otros ítems- plantea la reducción progresiva de la sal contenida en los alimentos procesados (cárnicos y sus derivados, lácteos, farináceos, aderezos, sopas y conservas) hasta alcanzar los valores máximos en cada grupo alimentario, fijados por la cartera sanitaria nacional. Desde su reglamentación, la industria alimenticia y gastronómica tiene un plazo de 12 meses para adecuarse a la norma.

De esta manera, la iniciativa responde a los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda un consumo diario de 5 gramos de sal, mientras que en Argentina, según estimaciones de la cartera sanitaria, el consumo es de 11,2 gramos. “Reducir la cantidad de sal en alimentos industrializados incidirá sobre uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular y contribuirá a prevenir infartos y ataques cerebrovasculares”, enfatizó Rosa.

Acerca de la Ley de Regulación

La ley fue promulgada en noviembre de 2013 con el fin de disminuir el impacto de las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión, reduciendo el contenido de sal en los alimentos procesados y eliminando saleros de los locales de venta de comida.

Además de proponer la disminución de la sal contenida, regula la fijación de advertencias en los envases sobre los riesgos del consumo en exceso de sal; promueve la eliminación de los saleros en las mesas de los locales gastronómicos; fija el tamaño máximo para los envases en los que se venda sal no superar los 500mg y establece sanciones a los infractores.

 

 

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