Uno de cada cuatro partos en el Chaco corresponde a una madre adolescente

En su informe sobre la adolescencia en Argentina, Unicef catalogó de “preocupante” la proporción de embarazos prematuros que se dan en el país. En 2015, último año de estadísticas vitales publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación, nacieron 770.040 bebes: 111.699 eran de madres menores de 19 años, incluidos 2787 de madres niñas.

Para Unicef, son preocupantes los niveles de embarazo adolescentes en Argentina.

En el Chaco, uno de cada cuatro partos corresponde a una madre adolescente, mientras que en la Argentina, cada año nacen unos 3.000 bebes de madres niñas. Estos son algunos de los datos que reveló Unicef Argentina en el informe sobre el estado de la adolescencia que presentó este lunes en el Centro Cultural Recoleta, de Ciudad de Buenos Aires.

En su informe sobre la adolescencia en Argentina, Unicef catalogó de “preocupante” la proporción de embarazos prematuros  que se dan en el país.

Alrededor de un 15% de los partos registrados por año es de una madre adolescente, tendencia que se mantiene estable desde hace 25 años. Pero especialmente en las menores de 15 los valores no ceden. En 2015, último año de estadísticas vitales publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación, nacieron 770.040 bebes: 111.699 eran de madres menores de 19 años, incluidos 2787 de madres niñas.

“La situación empeora, en término de brechas y desigualdades, si se analiza la información a nivel provincial. En provincias como Chaco, Formosa y Misiones, uno de cada cuatro partos es de una madre adolescente”, indica el informe de Unicef.

“De manera sostenida, unos 3.000 nacimientos al año corresponden a madres menores de 15 años, lo que genera una profunda preocupación desde la perspectiva sanitaria, social, legal y jurídica por las consecuencias e implicancias de un embarazo a tan temprana edad. Cuanto menor es la edad de la madre, más probable es la existencia de abuso sexual y mayores los riegos de salud asociados para ellas y sus hijos”, indica el documento.

Unicef informó además que en la adolescencia, 6 de cada 10 embarazos no son planificados. No tienen acceso gratuito a los métodos anticonceptivos que utilizan 6 de cada 10 mujeres y 7 de cada 10 varones adolescentes. 1 de cada 5 nacimientos de madres adolescentes es de madres que ya han tenido un primer hijo o hija, siendo también una parte importante de éstos no planificados.

“La maternidad en la adolescencia es más frecuente entre sectores vulnerables y con menor nivel educativo”, indica el informe. “Casi la mitad de las adolescentes madres se encuentran fuera del sistema educativo al momento de embarazarse y 1 de cada 4 madres adolescentes no logra completar la escuela primaria. Asimismo el embarazo en la adolescencia es una importante causa de abandono escolar en la secundaria, 1 de cada 10 abandonaron sus estudios por una situación de embarazo o de cuidado de algún hermano/hijo menor”, afirmaron.

Ante este cuadro de situación, recomendaron visibilizar el embarazo no intencional en la adolescencia como un problema de política pública. Fortalecer políticas públicas para reducir el embarazo no intencional en la adolescencia, (educación sexual integral, salud sexual y reproductiva y salud integral adolescente, facilitar el acceso a la salud desde la escuela) logrando reducir brechas de cobertura y mejorar su impacto.

También pidieron mejorar el análisis de los factores determinantes que conducen a embarazos no intencionales en edades tempranas, incluyendo su vínculo con abuso sexual y violencia de género. Promover el acceso a la salud de los y las adolescentes, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva, desde un modelo de servicio de salud adecuados (que respete la autonomía y confidencialidad; garantice la el cumplimiento de derechos y permita el acceso a una canasta básica de prestaciones para adolescentes) con enfoque intersectorial, y de equidad de género.

Asimismo, recomendaron mejorar la oferta de servicios en salud sexual y reproductiva, mejorando la accesibilidad, disponibilidad y calidad de las prestaciones. “Es indispensable facilitar y enseñar a las y los adolescentes a acceder a los recursos de control de la fecundidad y protección de infecciones desde antes de que comiencen a mantener relaciones sexuales”, afirmaron.

También pidieron fortalecer el enfoque de igualdad de género en al abordaje del embarazo no intencional en la adolescencia, promoviendo la responsabilidad de los adolescentes varones. · Fortalecer las políticas de articulación intersectorial en la prevención y atención del embarazo adolescente no planifcado potenciando las decisiones informadas de los adolescentes. Fortalecer las políticas de prevención de violencia y abuso sexual y mejorar la articulación entre los servicios de protección, salud, educación y justicia para garantizar la protección y el acceso a la justicia en los embarazos por causa de abuso sexual.

Además, pidieron que el Estado fortalezca, a través de políticas y programas, las estrategias escolares que permitan acompañar las trayectorias de madres y padres adolescentes para evitar el abandono escolar, promover el reingreso y la finalización de sus estudios medios.

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