La caída del puente sobre el Arroyo Guazú, en el kilómetro 713 de la Ruta Nacional Nº12 – que conmocionó a toda la zona suroeste de la provincia de Corrientes – podría dejar a Esquina, ciudades y poblados aledaños vialmente incomunidados por seis meses.
Por el momento, las autoridades informaron que se realizarán viajes en la zona del Arroyo Guazú y los movimientos se harán a las 7, 11, 14 y 17 y tendrán prioridad las personas con afecciones de salud que necesiten hacerse tratar en alguna de las dos ciudades, como así también estudiantes.
Según lo que comentó el intendente esquinense, Humberto Bianchi, la premisa de trabajo es trasladar a unas 50 personas por turno.
“El Ejercito dispuso de dos lanchas y nosotros de dos trackers más. Le vamos a dar preferencia a enfermos y estudiantes. Quiero aclarar que los colectivos, de momento, deberán tomar algunos de los desvíos establecidos por Vialidad Nacional, no podemos mover tal volumen de personas por el río. Seguramente será complicado pero por ahora es la única manera de unir a ambas ciudades”, enfatizó el jefe comunal.
“Tomé contacto con el gobernador Ricardo Colombi y nos dijo que se va a trabajar para mejorar la transitabilidad de la Ruta Provincial 30, que tiene tramos de tierra y ripio. La idea es que esa arteria nos permita empalmar con la 16, de ahí se podrá acceder a la 12 e ir a San Roque o Carolina”, acotó Bianchi.
Se necesitarán dos Bailey para cubrir lo derrumbado
Lo aseguraron desde la Dirección Vialidad Nacional en virtud de los 96 metros del viaducto malogrados. Manifestaron también que, armar las bases sobre las que se emplazarán las estructuras portátiles, podría demandar hasta seis meses de trabajo.
Este domingo, un equipo de Vialidad Nacional, del Décimo Distrito, junto a personal de Prefectura y el Ejercito Argentino hicieron un relevamiento en esa zona, con la premisa de iniciar cuanto antes las labores básicas que permitan colocar dos puentes Bailey para cubrir el perimetro derrumbado.
El jefe de la división Obras del Décimo Distrito de DNV, Marcelo D’Ascenzo, manifestó que “el panorama es muy complicado. Se hicieron trabajos de batimetría con Prefectura (el cauce del río Corriente tiene 12 metros de profundidad), también tomamos otras mediciones para el pedraplén que se necesitará para montar la estructura provisoria”.
“No será una tarea sencilla la de la colocación de los Bailey y hablo en plural porque serán dos puentes de esas características, los que se necesitarán para cubrir los 96 metros que se derrumbaron”, agregó.
El funcionario sumó que “lo climático jugará un rol preponderante y hay que dejar en claro que las bases donde se emplazarán los puentes portátiles no se pueden edificar de la noche a la mañana”.
“Ya se consiguió uno de Colón (Entre Ríos) de 40 metros de longitud, también hay otro disponible en Buenos Aires, que podrían traerlo cuando estén listas las obras para su colocación”, recalcó.
